El proceso que conduce al mayor o menor atribución de sentido personal, está determinado por algunas condiciones básicas
- El interés que el alumno tiene por el contenido y la tarea de aprendizaje
- Su percepción de competencia
Algunos autores, destacan un tercer factor:
- La posibilidad que tiene el alumno de representarse de algún modo el contenido y la tarea de aprendizaje (Solé, 1993)
Aunque pueda llevar a pesar que esta última es una primera condición, existen también razones para dudar de que en todos los casos el alumno elabore una representación sobre:
- Qué debe aprender
- Cómo debe aprenderlo
- Por qué se supone que debe aprenderlo
El profesor posiblemente sí tenga la respuesta, pero ¿significaría esto que el alumno también las identifique y comparta?
El interés, objetivos y valores de la persona y los contenidos y tareas de aprendizaje, se encuentra claramente vinculado al sistema del yo del alumno.
Es necesario distinguir de un interés inmediato (ligado sensación de gratificación) a un interés diferido o “latente” (ligado percepción de la importancia o utilidad del aprendizaje como medio para alcanzar futuros objetivos)
Es necesario distinguir de un interés inmediato (ligado sensación de gratificación) a un interés diferido o “latente” (ligado percepción de la importancia o utilidad del aprendizaje como medio para alcanzar futuros objetivos)
El vínculo entre autoconcepto y la autoestima actual y sus intereses inmediatos y entre el interés latente y sus yo posibles parece evidente.
Es poco probable que el alumno atribuya sentido a un aprendizaje por el que no siente in interés inmediado o diferido, ni tampoco cuando no confía en poder llevar a cabo el aprendizaje con razonables expectativs de éxito.
El sentimiento de competencia: el conjunto de creencias que el alumno tiene respecto a sus propias habilidades para aprender en uns situación concreta es un FACTOR DETERMINANTE de la posibilidad de atribuir sentido a un aprendizaje.
Sentirse más o menos competente está relacionado con:
- el autoconcepto general y académico del alumno
- su nivel de autoestima
- sus patrones atribucionales
Sentirse competente no quiere decir necesariamente sentirse capaz de llevar a cabo la tarea de manera autónoma o individual, sino también con la ayuda de otros.
En este sentido, la representación y las expectativas que el alumno tiene del profesor y sus compañeros pueden jugar un papel importante.
Estudios recientes ponen de relieve las dimensiones que el alumno consideran para caracterizar al profesor como posible fuente de ayuda:
- Estilo comunicativo, respeto, trato justo
- Proporcionar feedbacks constructivos
Autoconcepto: funciona como predictor de resultados
Percepción de competencia: funciona a modo de profecía autocumplida. Esto determinaría las expectativas del alumno frente al aprendizaje. Expectativas que pueden provocar vergüenza, orgullo anticipados que mediatizan la posibilidad de atribuir sentido al aprendizaje.
Una apreciación sobre los trabajos y exposiciones en grupo que ha aportado una grupo de clase:
ResponderEliminarPor regla general, siempre se aprende más trabajando en grupo: el grupo en sí porque necesita machacar mucho el tema, pelear con él, empapase de toda la información existente, etc. Así mismo los compañeros también aprenden más porque el hecho de tener una clase explicada por un igual (otro/a compañero/a) es recibida con especial atención debido a un principio de empatía, puesto que se sabe que, tarde o temprano, será uno mismo el que esté en el lugar de explicar nuestro propio tema.